Precio o Valor ¿objetivo o subjetivo?

 Arturo Portillo

Miembro del Equipo de Bloggers de Estudiantes por la Libertad 2016-17 y Director Regional de Estudiantes por la Libertad México 

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“Unfortunately, when some economists think of values as “subjective,” they assume that there is no objective standard for determining moral value; they assume that value is only a matter of personal opinion. In this view, there is no basic difference between someone “subjectively” valuing food in order to live and someone “subjectively” valuing morphine to feed a drug habit. But there is a huge difference: As a factual matter, in order to live, people need to eat food; they do not need to abuse drugs, and if they do abuse drugs, they harm their lives by doing so.” (Amstrong, 2014)*

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Una de las críticas más comunes hacia la filósofa Ayn Rand es de hecho un desacuerdo hacia la base de su ideología, la fundadora del objetivismo racional defendía la existencia de que el todo era un absoluto, que los puntos de vista subjetivos no cambiaban en ningún sentido o forma la esencia de las cosas. O mejor dicho las variables no son dependientes a la capacidad del ser observante de utilizar correctamente sus instintos o sentidos.

   Esto podría ser entendido como un punto en común entre una de las pensadoras liberales más influyentes del siglo XX y los teóricos marxianos.

   Para Carl Marx el valor es igual a la suma del trabajo empleado en él mientras que el precio corresponde al valor más los costes de transacción, expresándose en ganancia por medio de lo que determinó como plusvalor, representando este último la relación obrero-patronal entre la producción neta de las jornadas laborales menos el salario.

   Para Carl Menger, los absolutos representan un reto conceptual a sus conclusiones sobre “la utilidad –marginal- y la escasez” le vuelve aún más complicado medir el valor, pero según su esquema es posible compararlo con otros.

  Bajo los esquemas objetivistas de Rand, el valor y el precio no son definidos por la subjetividad de los consumidores o de los productores, rechazando de  esta forma los principios de definición del valor para los teóricos marxistas y superficialmente volviendo a la duda a uno que otro austriaco.

   Bajo el esquema de valorización marxista el resultado en figura de valores será igual al trabajo invertido en él, ya sea que se cultive de manera manual o por medio de máquinas en avanzado siglo XXI. El precio del primero en el mercado no podría ser superior pues la competencia entre el agricultor tradicional y el avanzado desplazaría al primero fácilmente del mercado, sin embargo, el valor del producto final es el mismo, independiente del criterio de ambos granjeros e incluso independiente de los consumidores o intermediarios. Pero ni el valor está definido por la suma de los trabajos invertidos en el valor final, ni el precio está establecido por un orden orgánico.

   Bajo el esquema austriaco el valor es igual a su utilidad y su escasez, mientras que el precio compite formalmente al valor siendo la utilidad y la escasez completamente dependientes de los gustos y preferencias del mercado observado en sus formas individuales. Pero ni el valor está definido por su escasez o utilidad, ni el precio es establecido por la apreciación del resto a su valor final.

   Objetivamente el valor es lo que es, sus funciones y agregados son los mismos independientes e invariables de un gusto a otro, pero el precio no pertenece a un orden originario, pues el precio forma parte de un acuerdo donde productor y consumidor renuncian gradualmente a sus sensibilidades subjetivas para intercambiar productos.

   La lógica de Rand es irrefutable, la realidad es absoluta.

En la figura del valor

B es igual que B, este hecho no cambia, ni porque “B” se produzca con mayor facilidad que antes, ni porque tardes un año entero en producir con herramientas rudimentarias.

En la figura del precio

B puede ser igual que C o igual que A, quién intercambia B por C o por A está renunciando a un valor objetivo por un precio subjetivo, mientras que para quien consume B puede considerar a B en su figura objetiva.

   Entonces el Valor es siempre el mismo, es una representación objetiva de un conjunto, al expresarse en precio pierde su función objetiva para pasar a la sensibilidad de los librecambistas.

   Un disco de música de tu banda favorita tiene el mismo valor que los cientos de miles de copias de este que se encuentren en el mercado, el precio puede variar, los aumentos o disminuciones en la expresión del precio no corresponden a la incapacidad de los consumidores de utilizar las propiedades del disco de manera correcta, quién se encuentre en búsqueda de combustible y adquiera el disco para darle ese uso no implica -dada la incapacidad del disco de cumplir esa función- una disminución en su precio por la depreciación automática surgida de la subjetividad del agente para determinar la utilidad del producto.

   La utilidad de un valor es objetiva, la apreciación del precio depende de la utilidad, la cual es de la misma forma objetiva pues si pusiéramos en una lista una serie de utilidades tendríamos que la utilidad marginal más alta es aquella que de perderse comprometería la vida del hombre.

 *Amstrong, A. (22 de Junio de 2014). The Objetive Standard. Obtenido de https://www.theobjectivestandard.com/2014/06/economists-subjective-value-ayn-rands-objective-value-reconciled/


Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].

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