Coordinador Local de Estudiantes por la Libertad México
“Jóvenes, haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente, contra vosotros”
– Antonio Machado
Para la mayoría de las personas en el país la política es algo que les sucede, se entienden a sí mismos como víctimas de las circunstancias y a menudo con buena razón. Después de todo, muchos no votan, no saben la diferencia entre los partidos políticos, y no se entienden a sí mismos como animales políticos. Pero yo estoy aquí para intentar despertar ese animal político que como bien dijo Aristóteles, toda persona lleva dentro. Y con algo de suerte poder persuadirlos de adoptar mi ideología política y la de mis aliados.
El 1° de septiembre de 1982, durante su último informe de gobierno el presidente José López Portillo anunció la nacionalización de la banca. Antes de que se realizará esta nacionalización de los bancos, el ejércitoya habían tomado por la fuerza todos los bancos y la inconformidad de los bancos fue respondida por el presidente con esta frase: “bueno, yo como muy buen abogado que soy, sé que es inconstitucional lo que hice. Pero voy a modificar la constitución, para que sea constitucional”[1]
La nacionalización se había hecho en un último intento por el presidente de salvar su legado histórico después de haber derrochado los recursos del país. Básicamente, gasto dinero que no tenía y que pensaba recibir a costa del petróleo recientemente descubierto, pero esto por una variedad de razones nunca se materializó. Estos eventos sumieron más al país en la pobreza y la subsecuente inflación generalizó la pobreza por todo el país. El problema fue tan severo que la gente le llama ¨la década perdida¨ a esta crisis financiera porque más o menos eso fue lo que se perdió en el progreso económico social. Una década.
En 1990 el presidente Carlos Salinas de Gortari creó el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) un organismo que con el fin de mantener a flote la economía hizo pública las deudas privadas de bancos que recientemente habían sido privatizados. Esto generó una deuda pública que hasta estos días seguimos pagando todos los mexicanos. Estos sucesos también son una de las razones por las cuales las tarjetas de crédito cobran tan altos intereses ya que además de la corrupción del país también hay mucha inestabilidad y los capitales financieros así justifican en comprar más.
Esto quiere decir que por el simple hecho de haber nacido mexicano ya el gobierno te comprometió a pagar una deuda a la cual se le suman intereses estratosféricos día con día, minuto a minuto. Las últimas cifras que vi ponen la deuda en 900 mil millones de pesos en el 2016. Y esta es sólo una de las miles de historias que podría yo contarles de las maneras en la cuales el mal manejo de la política pública ha sumido a este país en la miseria y ha dejado la deudas a pagar y otros compromisos a generaciones futuras. A nosotros. A ti.
Saben, en la antigüedad el estado solía forzar a los ciudadanos a trabajar en proyectos públicos o participar en el ejército. Ahora, para bien y para mal, el gobierno nos impone impuestos en una variedad de formas y estos nos roban de nuestro capital de una manera algo indirecta. Al hacerlo de esta manera a veces es difícil concebir que tanto de nuestro trabajo es tomado por el gobierno. Es de esta forma en la cual el gobierno disfraza el costo que realmente tiene toda su burocracia. Por ejemplo, el periódico “El universal” calcula que más del 50% del ingreso familiar se destina al pago de impuestos.
A lo que voy con todo esto es a reiterar la importancia de involucrarse en la política. Es esencial para poder evitar desastres, elegir buenos administradores públicos, y salvaguardar nuestro capital de una manera muy real. Se dice que quien no conoce su historia está condenado a repetirla. Y nadie está en más riesgo de repetirla que los jóvenes, ya que somos nosotros que por falta de experiencia estamos más expuestos a cometer errores. Y es con el fin de evadir los errores del pasado que vengo a proponerles una ideología política diferente a la cual estamos acostumbrados en México. Una ideología que busca en maximizar la libertad individual y minimizar el rol que juega en estado en nuestra vida cotidiana. Estoy hablando sobre el libertarismo.
El libertarismo es una corriente política individualista que defiende la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad. Los libertarios mantienen los valores liberales clásicos: individualismo, libertad económica y defensa del mercado, como mejor orden para la asignación de recursos. Es una ideología que afirma el derecho del individuo sobre su cuerpo y su libertad plena con el único límite del mismo derecho de otras personas. Actualmente, las propuestas políticas de los partidos en México son en general socialistas.
Como toda ideología, tiene ciertos principios que la define. Tres de los más importantes son:
El objetivo de esta ideología es darle al individuo plena libertad de hacer con sus recursos lo que él plazca y buscar no planear su vida por medio de política pública. Busca crear un México donde tu retengas los frutos de tu trabajo y quitar el estado paternalista que actualmente tenemos. Más libertad y menos estado, ese es el lema de nuestro movimiento.
Y es con esto en mente que te invito a formar parte de nuestro movimiento. A luchar hombro a hombro por una sociedad donde tú puedas frogar tu propio destino sin limitaciones paternalistas. A acercarnos día con día a un México en donde realmente seas dueño de tu propiedad, de tu cuerpo, y más importante, de tu destino. Un México libre y de personas independientes.
[1] Vídeo, La decisión del presidente José López Portillo en 1982.
Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].