La privatización de todos los cuerpos de agua

 

David Chávez Salazar

Miembro del Equipo de Bloggers de Estudiantes por la Libertad Latinoamérica

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Imagen ontenida de Blue Ocean Strategy

Walter Block, uno de los máximos exponentes de la Escuela Austríaca de Economía en la actualidad, ha presentado un argumento a favor de la privatización de todos los cuerpos de agua del planeta: océanos, ríos, lagos y acuíferos, principalmente.

   Con la excepción de algunos lagos y estanques, los cuerpos de agua no tienen propietario o son de “propiedad pública”. Esto ha contribuido a la aparición de la “tragedia de los comunes”: cuando un recurso no es poseído por nadie en particular, los individuos tienen menos incentivos para cuidarlo, preservarlo y protegerlo. Ese es la raíz de problemas ambientales como el agotamiento de los recursos pesqueros, la extinción de algunas especies, la contaminación de las aguas o los derrames de petróleo, entre otros.

   La solución a estos desafíos consiste en la extensión de la propiedad privada sobre los recursos hídricos, la definición de los correspondientes derechos de propiedad y la protección institucional de los mismos. De ese modo, surgirían los mecanismos de mercado que permiten la correcta asignación de los recursos entre usos competitivos, como resultado habría más incentivos para la conservación.

   Probablemente a algunos les parezca descabellada la idea de privatizar todos los cuerpos de agua. Block les responde que la institución de la propiedad privada, la lógica de las pérdidas y los beneficios, y el sistema capitalista han funcionado bien en la tierra, por lo que no existe ninguna razón por la cual no vayan a operar bien en el agua.

   Veamos a continuación cuál es la visión de Block sobre la privatización de los distintos cuerpos de agua. Por razones de espacio, se abordarán únicamente los temas más importantes. Debido a la importancia del tema, recomiendo leer “Water Capitalism: The Case for Privatizing Oceans, Rivers, Lakes, and Aquifers” (Block & Nelson, 2015).

Privatización de los océanos. Block propone aplicar un modelo de privatización semejante al que se usa en tierra firme, el cual está basado en el principio de “ocupación”, según el cual todo individuo tiene un derecho de propiedad absoluto sobre aquellos recursos naturales que permanezcan sin dueño y sobre los cuales haya ejercido una transformación “mezclando su trabajo con el recurso virgen”.

   Bajo un régimen de propiedad privada, los océanos estarían delimitados físicamente a través de marcaciones físicas u otros métodos que señalarían claramente el área de jurisdicción de cada propietario particular. Una de las objeciones que esgrimen los críticos de la privatización de los océanos es que se acabaría con el libre acceso a los mismos. Sin embargo, en la actualidad eso tampoco existe, pues los gobiernos ejercen autoridad sobre sus “aguas territoriales”.

   En un océano privado, los sistemas de navegación responderían a criterios de mercado, aplicándose mecanismos como el uso por suscripción. De igual manera, los instrumentos e infraestructuras que facilitan la navegación, como los faros, serían administrados por actores privados.

   Otro punto es el de la extracción de recursos que incluye actividades como la pesca y la extracción de minerales. El propietario de cierta porción de océano también poseería todos los recursos que se encuentren en el área. Si alguien desea explotarlos, deberá contar con un permiso del propietario.

   De esa manera, los derechos de propiedad tienen fuertes y positivas implicaciones para los privilegios de pesca, transporte y extracción mineral tanto en el fluido como en el suelo oceánico.

   Por otra parte, cualquier individuo que arroje basura en cualquier parte del océano, sin el consentimiento de su dueño sería acusado de daño en propiedad ajena y tendría que responder por la ofensa.

Privatización de los ríos. Privatizar un río y obtener beneficios por ello es señal de que se está ofreciendo un servicio que la sociedad valora. Al igual que en el caso de los océanos, cualquier persona que desee explotar los recursos del río o usarlo como depósito de desechos tendría que contar con el permiso del propietario. Una particularidad con estos cuerpos de agua es el cambio de curso de las aguas, en tal caso, el propietario puede anticipar los riesgos y ofrecer mecanismos de compensación en caso de daño a propiedad de terceros.

Privatización de los lagos. En este caso es importante señalar que la propiedad de la tierra adyacente a un lago no significa que los derechos de propiedad se transmitan al agua. El propietario del lago será el primer individuo que mezcle su trabajo personal con el recurso virgen (principio de ocupación). Si un individuo o empresa desea explotar aquellos recursos que puedan encontrarse en el lago, deberá negociar con el propietario los derechos de explotación. La misma lógica se aplica para quien desee usar las aguas del lago como depósito de desechos.

Privatización de los acuíferos. Esta es la parte más compleja del análisis de Block, debido a los elementos científicos que se deben tener en cuenta, tales como el flujo de fluidos, la estructura del suelo, la permeabilidad, la clasificación de los acuíferos: confinados y no confinados, la naturaleza de las cuencas artesianas y la interacción entre aguas superficiales y subterráneas.

   Según Block, la propiedad se asigna a aquellos individuos que descubran y den un uso positivo a las aguas subterráneas. Verbigracia, a través de una actividad de perforación, aplicaría el principio de ocupación original.

   Si el individuo que está explotando el acuífero es el primero en hacerlo y éste no es tributario de ningún río – que a su vez sea propiedad de alguien más –, entonces aplicaría la descripción de Block. Pero, si debido a la explotación de las aguas subterráneas se seca un cuerpo de agua superficial, se revela un hecho que complica el análisis: el acuífero es en realidad la propiedad de aquel individuo que posee los recursos superficiales. Para ilustrar mejor esta situación, Block se refiere al caso análogo de la construcción de un túnel, el cual no puede estar muy cerca de la superficie, pues afectaría las propiedades que allí se encuentren. Por lo tanto, es necesario hacer una contabilidad de la relación entre agua superficial y subterránea.

   Sin derechos de propiedad bien establecidos, cualquier persona que cuente con los medios de explotación necesarios tendría el incentivo para extraer agua lo más rápido posible y antes de que otros puedan hacerlo, lo cual conduce a una sobreexplotación del recurso. De ahí la importancia de resolver las cuestiones técnicas que permitan la difusión de la propiedad privada sobre los acuíferos.

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Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].

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