La libertad es un asunto de principios

 

Leonard Quinde

Coordinador local de Estudiantes por la Libertad Ecuador y miembro del equipo de bloggers de Estudiantes por la Libertad Latinoamérica

Artículo publicado originalmente el 20 de enero del 2017
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Los liberales básicamente defendemos tres derechos fundamentales, el derecho a la vida, a la propiedad privada y a la libertad, entre tantas teorías de cómo llegamos al consenso de que son los únicos derechos a ser protegidos existe una que implica que la cooperación social se complica a medida que incrementa el grado de violación de estos derechos y que las personas prefieren vivir donde estos tres derechos tengan un mayor grado de respeto hacia ellos. Sin embargo, muchas veces tratamos de justificar nuestra ideología liberal a través de números, cifras y estadísticas que amparan nuestras ideas.

   En una opinión muy personal, aunque todos los números que podamos manejar son de mucha utilidad por el contexto ideológico y académico en el que vivimos ya que nos sirven para demostrar que seguimos nuestras ideas por un sentido pragmático y no ideológico, lo cierto es que muchas veces estos esfuerzos son en vano, la historia y las cifras se ven a través de unos lentes ideológicos, por ejemplo, nosotros podemos decir que los países escandinavos son exitosos por su alta libertad económica y escogemos ver ese lado de la historia, mientras los socialistas pueden llegar a decir que su éxito se debe a su alta tasa impositiva con la que pueden mantener su Estado de Bienestar.

   Aunque es cierto que en promedio los países que tienen una mayor libertad económica (usando el índice del Heritage Foundation) les va mejor que a los países que tienen economías controladas, debemos recordar que lo que se analiza es un promedio, por ejemplo, no necesariamente el país con mayor libertad económica es el que tiene un mayor PIB per cápita (PPA).

   Definición según el Banco Mundial: PIB per cápita por paridad del poder adquisitivo (PPA). El PIB por paridad del poder adquisitivo (PPA) es el producto interno bruto convertido a dólares internacionales utilizando las tasas de paridad del poder adquisitivo. Un dólar internacional tiene el mismo poder adquisitivo sobre el PIB que el que posee el dólar de los Estados Unidos en ese país.

   Según cifras del Banco Mundial en el 2016, el país con el mayor PIB per cápita (PPA) fue Luxemburgo con un valor de US$102.389.438 (US$ a precios internacionales actuales) que lo posiciona como el país con el mayor PIB per cápita en ese año, aunque se encuentra en el puesto número 19 en el Índice de Libertad Económica del Heritage Foundation en el mismo año.

Fuente: Banco Mundial

   Mientras Hong Kong el país que se encuentra en el primer lugar del Índice de Libertad Económica 2016, tiene un PIB per cápita de US$58.617.971, cabe destacar que Hong Kong entra en la calificación de Economía Libre, mientras Luxemburgo entra en la calificación de Economía Mayormente Libre, por supuesto que a estos países les va mucho mejor que a los que entran en la calificación de Economías Controladas, pero es un ejercicio interesante, que demuestra que no necesariamente mayor libertad implica, por ejemplo en este caso, un mayor PIB per cápita, lo que puede resultar un dato crucial en un debate.

 

Fuente: Heritage Foundation

  Este dato me hizo recordar un dilema que muchas veces se nos suele presentar a los liberales: y si la Libertad no trajera mayor progreso económico, ¿la defenderías?

   En el programa televisivo, “Libre para elegir” a Milton Friedman le hicieron una pregunta bastante parecida, dándole a entender que por los datos que mostraba pareciera que el idolatraba a la libertad, a lo que él respondió con una frase no tan conocida pero que a mí me pareció fantástica:

Mi Dios si quiere nombrarlo de alguna forma, es la libertad 

   Por supuesto, no se refería que iba a salir en ese momento a fundar una nueva iglesia (aunque a algunos pareciera que es lo único que les falta), se refería a que aunque la libertad no tuviera los excelentes resultados que ha demostrado, él la defendería.

   Pero, ¿por qué deberíamos defender la libertad si esta no representara progreso económico? Por principios, porque como liberales aceptamos que entre individuos no podríamos cooperar entre nosotros si no respetamos nuestros derechos fundamentales, porque no nos parecería correcto asesinarnos entre todos, robarnos entre todos o esclavizarnos entre todos, por amor a la libertad y lo que ella conlleva que es en definitiva sacar a relucir lo que realmente somos como seres humanos, porque en libertad podemos realmente ser y hacer lo que nos hace felices, porque en libertad podemos vivir en paz.

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Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].

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