“Un trabajo filosófico serio y bueno podría ser escrito enteramente compuesto de bromas.”
~ Ludwig Wittgenstein ~
Cansando de ver la expresión “emprendimiento” siendo tirada a la bolsa de las palabras sin significados, resolví provocar con un poco de humor. Ya ha saturado ver una de las expresiones que más riman con la idea de libertad que se utiliza en favor de sus detractores. El espíritu empresarial es más que una masa amorfa y que puede encajarse en cualquier patrón. Rescatemos la expresión antes de que se vuelva más una weasel word. Sigamos con algunos pésimos ejemplos ya identificados:
Emprendedor de Cuaderno.
El que viene con una lista de libros, frases de Steve Jobs y una selección de franquicias de hasta R $ 50.000,00. Su actitud y el estado de alerta que quedan en segundo lugar, en realidad lo que cuenta es saber dónde queda la junta comercial, la diferencia entre persona física y jurídica y ser encuadrado en el SIMPLE. El emprendedor de cuaderno le gusta mucho ver conferencias sobre el tema, ya que dan el derecho a un descanso en el trabajo.
Empresario del Sector Público
Aquel que puede ser comparado con la situación del Pinocho diciendo que su nariz va a crecer. Es como jugar fútbol con un coco, todo le parece bien, el coco va a rodar, pero siempre que aparece un movimiento alguien resulta perjudicado. Ya que la burocracia, concibe el error como algo nocivo, que se piensa que, sólo basta con crear una ley para decir que va a salir bien. A pesar de la ausencia de propiedad privada, generando decisiones menos racionales, más la ausencia de una contabilidad de costos, remitiendo a un problema de cálculo económico, el sector público sigue con su emprendedor de riesgo cero.
Emprendimiento de Regulación
Aquel que permite la explotación económica por el sector privado, pero, por creer que el consumidor (tú), eres incapaz de tomar buenas decisiones, resuelve crear monopolios y oligopolios. También es conocido como “casi bueno” o “mejor que nada”.
Emprendimiento … sólo que no
Aquel que es protagonizado por pseudo-empresarios bien relacionados con el gobierno. Utilizan el dinero público, pensando que el pueblo es un prestamista muy lejano, pues son dominados por el aparato estatal, que de vez en cuando da al pueblo la increíble oportunidad de elegir quién va a dominarlos. El “emprendedor … sólo que no” sabe qué la propaganda es el alma del negocio y actúa en nombre del desarrollo nacional.
Emprendimiento del Mal
Aquel en que se crean mecanismos para robar la propiedad ajena y perjudicar al prójimo. Aunque es una práctica derivada del exceso de poder, ocurre también en una escala menor. Puede ir del robo de la gaseosa en la comida rápida incluso a esquemas piramidales que involucran productos ficticios.
Aquí se mencionaron algunos ejemplos nefastos que duele hasta relatar. Afortunadamente, existe el florecimiento de movimientos benéficos por la otra vía. El redundante emprendimiento social, que sería básicamente la intersección entre filantropía y empresa, viene trayendo un poco de esperanza para quien cree en el verdadero espíritu emprendedor.
Por hoy, se encuentra un excelente trabajo de catalogación hecho por el portal Hypeness y que trae diversos negocios, siendo desarrollados con la idea de bienes y servicios proporcionados gratuitamente. Su foco es en poblaciones vulnerables, accesibilidad, crowdfunding y etc. Un gran lugar para darse cuenta de que la innovación y la creatividad pueden ayudar a mejorar el mundo sin coaccionar a nadie.
Resumiendo, hay dos maneras de hacer las cosas: lo correcto y lo incorrecto. Digamos que al encontrarse con una demanda social, se encuentra la salida del GOBIERNO por un lado, y la del Emprendimiento del otro.
a) GOBIERNO: “En nombre de la justicia social, vamos a cobrar impuestos y devolver esos impuestos en bienes y servicios para la población. Aquellos que se sienten insatisfechos con esos bienes y servicios no podrán cancelar el contrato, pero podrán de vez en cuando elegir a los gobernantes que votarán las políticas más adecuadas “, (Coercitivo).
b) EMPRENDIMIENTO: “Nosotros los emprendedores estamos aquí para servirles. En nombre de la ganancia y de nuestra realización personal es competir por su preferencia. Su dinero es el voto que necesitamos para elegir nuestros negocios. Aquellos que son eficientes sobrevivieron en el mercado “, (Voluntario).
¿Cuál es la diferencia entre ser un consumidor y ser un ciudadano? ¡Simple! Es que siendo consumidor no tienes un intermediario, realizas una directamente con quien te está proporcionando el bien o servicio, aumentando inmensamente tu poder de negociación.
En el emprendimiento tu trabajo / dinero NO puede ser tomado, pues él tiene que ser conquistado diariamente, tal como si fuera una democracia instantánea. Todos los días, los individuos votan cuáles son los mejores productos y productores, votando en las mejores formas de producir.
¿Por qué esperar de vez en cuando en lugar de elegir diariamente? ¿Y si deciden que la población tendrá que aceptar aquellos bienes y servicios sin poder reclamar? ¿Prefieres ser un consumidor o un ciudadano?.
El emprendimiento hace la vida de todo el mundo mejor es fácil percibir, lo difícil es hacer que todo el mundo lo valorice diariamente. La próxima vez que veas a alguien tratando de conquistar tu dinero voluntariamente, ya que otro que trabaja para el GOBIERNO podría legalmente forzarte a pagar. Recuerda que algunas ideas, incluso por muy inocentes, esconden un arma. Recuerda eso y tal vez hasta percibas lo que Bastiat ya había percibido consternado desde hace mucho tiempo:
“Pues es, querido lector. Yo no tengo el honor de conocerlo, pero apuesto diez contra uno que hace seis meses, inventa utopías y, si las inventa, apuesto diez contra uno que encarga al estado de realizarlas”. -Frédéric Bastiat-.
Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].