Nos desplazamos para crecer
El régimen venezolano está fundamentado en la estatización y el control absoluto. Partiendo del socialismo, se imponen controles que pretenden limitar al individuo mediante la coacción, impidiendo el emprendimiento. Así, el Estado se asegura que las personas dependan de las empresas estatales para todo, incluso, para su movilidad.
Daniel Tirado Estudios Internacionales | Voluntario EsLibertad |
Yo provengo de Guarenas, una ciudad del Estado Miranda ubicada a 40 km de Caracas y conformada por una población de un poco más de 240 mil habitantes, de los cuales una parte importante realiza sus actividades cotidianas en la capital. Ya sea para trabajar, estudiar o, incluso, realizar trámites burocráticos, el tránsito entre estas dos ciudades es muy concurrido y -desafortunadamente- cada vez más cuesta arriba.
En los últimos años, se ha agudizado el problema del transporte. La falta de libertad económica traducida en los controles de precios y el control cambiario traen como efecto negativo que las líneas de transporte no puedan ser productivas, competitivas y eficientes. Por lo tanto, no importa cuánto cobren por un pasaje, no es suficiente para cubrir los gastos de mantenimiento de los autobuses. El cambio de aceite, las llantas de refacción y la limpieza interior son elementos fuera de la ecuación.
Esta actividad comercial, en el pasado bastante rentable, se ha convertido en un negocio que produce pérdida. Hoy en dia, son menos las unidades de transporte disponibles, las cuales se encuentran en pésimo estado y, por si fuera poco, se recurre al hacinamiento de los pasajeros y al cobro de pasajes muy difíciles de costear.
“El pasaje cuesta Bs. 250 (1 centavo de dólar), pero al final del mes se traduce en Bs. 12.500 (5 dólares), el 65% del ingreso promedio mensual de un venezolano.”
En lo personal, esta realidad afecta enormemente mi desarrollo académico y profesional. Cada día que pasa, debo dedicar más tiempo a esperar transporte. Para lograr entrar a clases a las nueve de la mañana debo hacer fila en la parada de autobuses a las seis de la mañana. Y de regreso, no puedo pasar de las tres de la tarde, ya que me arriesgo a llegar muy tarde en la noche a mi casa, exponiéndome -entre otras cosas- a ser víctima de la delincuencia.
Esta situación me impide desempeñar mis actividades en Caracas de manera regular. De hecho, muchas personas no han encontrado otra alternativa que dejar de realizar sus actividades cotidianas en la ciudad de Caracas, lo que indirectamente significa un impedimento al ejercicio de su libertad individual. El socialismo nos deja sin opciones.
En un país donde las opciones de estudio y de campo laboral son tan limitadas, la superación personal es una quimera, más cuando el desplazamiento de las personas es una tarea titánica. Para mi, viajar todos los días a Caracas significa convertirme en profesional, seguir mi vocación y convertirme en una persona productiva, algo que me resulta difícil bajo este sistema.
Venezuela es uno de los países que más destaca en los índices de libertad económica, pero por su pésimo desempeño. Eso es una alerta para trabajar en pro de recuperar la senda del crecimiento y la prosperidad, a través de políticas económicas fundamentadas en la libertad que reduzcan el tamaño del Estado y le garanticen la autonomía al individuo. El Estado venezolano se interpone en todas las actividades del individuo y son esas pequeñas cosas que terminan por hacer desfallecer a la gente.
Ante esta trágica realidad, debemos ser más insistentes y no permitir que se nos arrebaten nuestros deseos de libertad. Existe un alternativa posible, un sistema de respeto a la propiedad y a los intercambios voluntarios donde muchas personas puedan ofrecer servicios de calidad a bajo costo y donde el constante crecimiento de la actividad comercial permita mayores y mejores oportunidades para los jóvenes. Yo estoy convencido de ello y por eso estoy comprometido con la causa.
“Lo que la luz es para los ojos, lo que el aire es para los pulmones, lo que el amor es para el corazón, la libertad es para el alma del hombre.”
-Robert Green Ingersoll
Los venezolanos estamos clamando por libertad y pronto la conquistaremos.
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Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas.