El totalitarismo y el riesgo de asociarse

 

El totalitarismo y el riesgo de asociarse

El comunismo es por naturaleza totalitario. Es por eso que en Venezuela, como en todo totalitarismo, asociarse y movilizarse implica cuestionarse y desafiar el estado de las cosas. El totalitarismo nos quiere desmovilizados, nos quiere callados, nos quiere paralizados.


Luis Alvarado Bruzual

Estudiante de Estudios Internacionales, Activista por la libertad.


En Venezuela asociarse en cualquiera de sus formas jurídicas, implica numerosos y tediosos trámites burocráticos que ponen a prueba los deseos de sacar adelante cualquier iniciativa, sea esta de carácter social o empresarial.

Durante el período 2002 – 2012 el número de empleados públicos en Venezuela aumentó en un 82% y para 2012 la cifra de empleados públicos, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), era de 2.463.759 personas; desde entonces no se publican cifras pero puede preverse que han seguido en aumento desde entonces motivado al cierre de numerosas empresas privadas y un incremento de la dependencia del poder del Estado por parte de todos los ciudadanos.

Este incremento en la nómina pública no ha representado una mejora en la eficiencia de la gestión pública, por el contrario hoy en día las entidades públicas venezolanas son ejemplo de la ineficiencia de una burocracia absurda en la región y en el mundo. Mientras que en Colombia se requieren 9 días para crear un negocio, en Venezuela son necesarios al menos 230 días para realizar los mismos trámites.

En el caso de organizaciones no gubernamentales, la situación se pone un poco más complicada. Además de trámites de registro común, las ONG deben cumplir igualmente con un Sistema Integrado de Registro que sirve como mecanismo de control sobre las acciones de las organizaciones que además sufren prohibiciones de acceso a financiamiento de acuerdo a la última Ley de Cooperación Internacional, debiendo hacer maniobras para poder desarrollar proyectos de desarrollo social en el país.

Ambas organizaciones privadas, con fines empresariales y fines sociales, sufren constantes ataques a su propiedad y sus miembros son perseguidos, humillados y en el peor de los casos confinados en cárceles por acusaciones de supuesta conspiración e instigación a delinquir; acusaciones que solo pueden existir en la estructura paranoica de un Estado totalitario, que penetra en todos los aspectos de nuestra vida, que no cesa sus ataques hacia nuestra propiedad y para el que todos somos potenciales enemigos.

En la Venezuela que deseo, los ciudadanos tienen la libertad de asociarse y se le facilitan los canales para que puedan cumplir con su objeto incentivándolos a contribuir al desarrollo económico y social del país sin  más limitaciones que el respeto a los derechos y la libertad de las otras personas.

Los venezolanos, al igual que todos los ciudadanos del mundo, somos capaces de crear cosas maravillosas, de impulsar cambios sociales y económicos, de promover el desarrollo de nuestro país; sin embargo, el Estado se niega a reconocernos como tal y nos impide desarrollar nuestro máximo potencial.

Pronto, ya no más.

 

 


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Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. 

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