Los catalizadores de la indignación

Los catalizadores de la indignación


A lo largo de la historia han surgido partidos que han tenido una característica muy particular, y esa es la de haber sido catalizadores. Estos así llamados catalizadores, exponen este componente por ser los catalizadores de, una serie de análisis, perspectivas y sobre todo, sentimientos tales como el horror o más apropiadamente como el título de esta nota, la indignación de las masas.


Elías Grandoli

Estudiante de Relaciones Internacionales


A lo largo de la historia han surgido partidos que han tenido una característica muy particular, y esa es la de haber sido catalizadores. Estos así llamados catalizadores, exponen este componente por ser los catalizadores de, una serie de análisis, perspectivas y sobre todo, sentimientos tales como el horror o más apropiadamente como el título de esta nota, la indignación de las masas.

La indignación encuentra su origen en una profunda decepción por parte de las diferentes sociedades que han tenido el disgusto de padecer fuertes problemas en sus respectivos países y han llevado a la población a tomar medidas extremas frente o a la injuria de administraciones ya sean internas o de países extranjeros.

Tal es así que me tomé la libertad de elegir el surgimiento del Partido Nazi como ejemplo de esta insurrección de partidos que catalizan indignación. ¿Por qué? La respuesta yace en el infame tratado de Versalles que condenó la economía e hizo un giro de 180° en el régimen político Alemán y, en la fuerte pasión hacia el antisemitismo que rondaba por aquella época derivado de los aplastantes y seductores discursos un tal cabo austríaco que rondaba por allí, llamado Adolf Hitler. Esto resulta interesante de explicar ya que, alguien que es parte de la sociedad Alemana ve con ojos de asombro y sorpresa como, por primera vez en toda su historia, su imperio1 era sometido a cumplir un tratado elaborado por las propias potencias vencedoras y sin siquiera habérsele consultado a las fuerzas alemanas para su propia elaboración.

Teniendo esto en cuenta, la pregunta que viene, es de obviedad, ¿Quién realmente NO se indignaría con esta situación? Bueno, la respuesta es, muy poca. Yo pienso que el brutal éxito del partido nacional socialista fue producto de esto, una profunda indignación por parte de la sociedad alemana hacia las potencias extranjeras que decantaría en el nacionalismo más acérrimo con su variante más tenebrosa2.

Trasladémonos a Argentina, Cambiemos, si bien no es ni lo más cercano en política a un régimen como el de los nazis, totalitario y autoritario. Es un partido que se formó y tuvo su gran triunfo debido al desastre más terrible de la historia Argentina que fue el Kirchnerismo. Osea, la indignación de cualquier persona de ver pulverizada su vida, aún más, luego de 70 años y más que indignación también podríamos decir frustración, porque no, de ver su país en donde han vivido toda su vida, prenderse fuego otra vez con las mismas enfermedades del pasado.

De manera que aquí, nos encontramos con una voluntad producida de, con mucha suerte lo que fue la mayoría de la sociedad Argentina en las elecciones de 2015, que votó con la voluntad de cambiar este rumbo decadente. En el escenario siguiente (último año de mandato) nos encontramos con el barco al borde del abismo de un default o una hiperinflación, la estructura de gobierno, lamentablemente, fue la misma (alto gasto público y aumentar el tamaño del estado), una posible razón, la sociedad argentina lamentablemente parece un paciente con falta de memoria de corto y largo plazo, que se olvida de los errores que comete y los vuelve a hacer, no importa la cantidad de veces y elige, subsecuentemente, gobiernos que no distan mucho de los que quiere cambiar. El diagnóstico final es, esa voluntad, todavía, de cambiar el rumbo (que ha hecho poco y nada para cambiarlo la actual administración) y salir de este loop infernal en el cual nos encontramos. Pero, ¿Habrá, en los posteriores años, algún partido o coalición que catalice esa indignación presente hoy en día y de finalmente una solución real de los mayores problemas argentinos?  El tiempo lo dirá.

[1] Los imperios gozaban normalmente de una reputación muy buena y el razonamiento de conquista todavía estaba presente en las sociedades de dicho tiempo, era algo “normal” de la época.

[2] ¿Qué mayor orgullo para un nacionalista, el ver que, su fuente de trabajo sea propia del sector gubernamental? Fantástica es, la solución de la estatización a gran escala de toda la economía.


Esta publicación representa únicamente las opiniones  del autor y no necesariamente la posición de Students For Liberty Inc.  En el Blog de Estudiantes por la Libertad abogamos por el respeto a la libertad de expresión y el debate de las ideas.

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