La importancia de defender el feminismo desde el liberalismo

La importancia de defender el feminismo desde el liberalismo


Abogamos por la libertad, por la igualdad ante la ley, creemos que cada quien debiese seguir su proyecto de vida de acuerdo a sus convicciones y afirmamos que no existe un modelo único de vida buena dictado desde una esfera más allá de lo que nuestra propia razón determina.


María Eugenia Gómez

Voluntaria en EsLibertad Chile


La mujer en tanto individuo, debe ser considerada igual al hombre en cuanto a sus derechos: ser considerada libre, poder seguir su proyecto de vida de acuerdo a sus propias convicciones, y puesto que, no existe un único modelo de “vida buena” que determine el rol que cada individuo cumple en la sociedad, ella puede construirla de acuerdo a sus propios valores, principios y objetivos que desee alcanzar.

Esta es precisamente la forma liberal de entender el feminismo, pues para nadie es desconocido que durante un gran período de la historia, las mujeres estaban en una situación de notable desventaja, por no poseer ciertos derechos tales como, votar, ejercer cargos públicos, no poder estudiar ni trabajar. El renombrado autor liberal John Stuart Mill (1806-1873), quien escribió junto a su esposa el libro “La Sujeción de la Mujer”, logró dar cuenta de aquella realidad.

En aquel texto Mill señala, entre otras cosas, que la desigualdad entre hombres y mujeres respondía a una arbitrariedad y no una forma de organización racional. A propósito de eso, afirma:

“Con las relaciones sociales entre ambos sexos, aquellas que hacen depender a un sexo del otro, en nombre de la ley, son malas en sí mismas, y forman hoy uno de los principales obstáculos para el progreso de la humanidad […] La ley no debe hacer ninguna excepción, y a todos se da el mismo trato […] La sujeción de la mujer al hombre es un apriorismo, no se funda en ningún dato experimental contradictorio, y por consecuencia es irracional. El origen de la sujeción de la mujer es la esclavitud primitiva y las costumbres bárbaras del género humano en su cuna”.

Pero más allá de la igualdad ante la ley, hay que abogar por que se dé a todos los seres humanos el mismo trato sin importar su género, eso implica no discriminar a una mujer por optar a uno u otro proyecto de vida, aunque eso signifique optar por un plan muy acorde o muy contrario a lo que “tradicionalmente” la sociedad ha establecido para las mujeres. Es decir, ya que no existe un modelo único de vida buena, resulta igualmente válido que una mujer opte por estudiar ingeniería informática, ser empresaria, stripper o dueña de casa.

Hay quienes replican “los hombres y mujeres no son iguales” y ejemplifican con las preferencias respecto de las profesiones u oficios que ellos desempeñan. Pues bien, esa afirmación no es novedad porque entre individuos somos distintos, y aunque existiera sólo una informática en el mundo, eso no implicaría que socialmente debiese prohibírsele ejercer esa profesión, ser discriminada, o considerar su proyecto como menos válido que otros.

Por otra parte, hay quienes no ven con buenos ojos, que las mujeres hagan uso de su cuerpo para lucrar porque implica una “subyugación al patriarcado”. Esa idea, lleva a hacer caso omiso de que efectivamente una mujer pueda decidir de manera reflexiva, si lucrar o no con su cuerpo. Aquella idea reproduce una visión paternalista y patriarcal que da por sentado que ciertas mujeres saben lo que a otras les conviene. Así pues, las liberales deberíamos prestar más atención al movimiento que se desarrolla actualmente en nuestro país y no perder de vista que la verdadera causa feminista es, en esencia, libertaria.  


Esta publicación representa únicamente las opiniones  del autor y no necesariamente la posición de Students For Liberty Inc.  En el Blog de Estudiantes por la Libertad abogamos por el respeto a la libertad de expresión y el debate de las ideas.

Back to Blog

Comments are closed.

X