Liberalismo: capítulo 1
¡Pero que alguien diga quién demonios es libertad! ¿qué hace? ¿camina? ¿se come? ¿se toca? ¿se siente?.
¡Qué alguien responda! ¿cuántas son libertad? ¿Hay muchas? ¿hay pocas? ¿siquiera existe?.
Leandro Cohen Voluntario en EsLibertad Argentina |
¡Algún ser hable! ¿dónde es libertad? ¿es un lugar? ¿se puede llegar por ruta 40?. ¡Exijo respuestas! ¿cómo es libertad? ¿es linda? ¿se mueve? ¿es rubia? ¿tiene ojos claros?.
Liberalismo. Vaya expresión. Una palabra que resuena en los oídos de críticos y elogiosos. Un concepto tan amplio como ensimismado, y tan confundido -y a su vez- aseverado en nuestros tiempos. Clásicos, conservadores, minarquistas, anárquicos e incluso progresistas son quienes constituyen este maravilloso ideal.
Ahora bien: ¿Qué demonios es ser liberal entonces? ¿es todo? ¿es nada? ¿es todo y nada en simultáneo?.
Los que nos golpeamos el pecho diciéndonos liberales: ¿En verdad lo somos? ¿cuánto? ¿acaso existe el liberalómetro?. El término permite muchas acepciones y es inmenso cultural, étnica y religiosamente. Es por eso que cada quién lo siente de forma diferente, su interpretación varía y, por qué no, su aplicación a la cotidianidad también. Alberto Benegas Lynch solía decir: “el liberalismo te ayuda en tu vida”.
Ahora bien: ¿el liberalismo no puede ser tu vida? ¿no es acaso una filosofía y una manera de vivir (y de sentir)?.
Hace unos días, en el marco de un debate, alguien en el colegio aseguró que la libertad era otorgada por los gobiernos. Esta idea, por más vaga e imprecisa que fuese, por algún motivo me quedó dando vueltas en la cabeza.
¿El gobierno entiende al individuo? ¿sabe lo que queremos? ¿lo que sentimos?.
Al instante, instintivamente tomé el micrófono y contesté algo así como: “la libertad es un emprendimiento personal y es meramente espiritual”.
¿Verdaderamente lo es?.
Ronald Reagan dijo alguna vez: “el gobierno no es la solución a los problemas; el gobierno es el problema”. Esta serie de cuestionamientos, aunque parezca básico, nos hace pensar cosas elementales. Volver a la página 1. Al primer texto liberal que leíste. Al primer liberal que conociste. A tu primer mentor.
Cuestionar sobre qué es lo que pensamos nos mantiene vivos, en movimiento y craneando.
Así que, ante esta serie de incógnitas, por lógica finalizaré sin proporcionar respuesta alguna. Final abierto.
Esta publicación representa únicamente las opiniones del autor y no necesariamente la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog de Estudiantes por la Libertad abogamos por el respeto a la libertad de expresión y el debate de las ideas.