Un argentino en Guatemala, un liberal entre liberales

Un argentino en Guatemala, un liberal entre liberales


Llegar a un país distinto al tuyo con cultura y diversidad ajenas a tu día a día. Encontrarse ante personas con las que compartís una filiación a una organización pero con quiénes nunca o muy pocas veces te habías visto. Y sin embargo los prejuicios se van al instante.


Brian Frojmowicz

Coordinador Local Eslibertad, estudiante de Ciencias Políticas de Universidad del CEMA. 


Participar del retiro de coordinadores implica que se te ha seleccionado por tus logros pero afirma la importancia que los miembros de SFL tienen para el conjunto de la organización. A priori uno podría haber pensado: ” qué bueno un viaje gratis y de capacitaciones”. Empero, la realidad demuestra que la gratuidad del viaje se vuelve en una cuestión superflua ante la conciencia que uno toma de la inversión de SFL en cada uno de nosotros. La idea de educar, desarrollar y empoderar no es teórica: es una práctica constante.

El retiro es una experiencia de comunicación social. No es un lugar donde impera una lógica colectivista de sometimiento de la subjetividad a un grupo social determinado (nación, raza, clase), sino que es un espacio de coexistencia de pluralidad de individuos: una comunidad de defensores de la libertad. Somos únicos e irrepetibles como nos enseñó Martín Buber, pero compartimos el hecho de ser humanos. Debido a esa esencia que poseemos, desarrollamos esa imperiosa necesidad de liberar al individuo de las cadenas que lo rodean, de las barreras que lo encierran, de los colectivos que los someten y del Estado que viola sus derechos naturales: Vida, Libertad y propiedad.

Es un espacio de conversación; ejercicio pleno del diálogo popperiana. Debo ser sincero. No me hubiera imaginado un día antes de viajar, la cantidad de retroalimentación que me darían miembros de otros países. Uno tiende a cerrarse en su frontera de conocimiento, pero es importantísimo reconocer en otros posibles mejoras para tu vocación individual. La soberbia de aquel que no quiere reflexionar sobre sus propios pasos no es sinónimo de individuo independiente, sino de sujeto dogmático.

UFM. Lugar icónico de la defensa de los valores liberales en América Latina. Estuvimos ahí, debatimos, nos capacitamos. La Universidad Francisco Marroquín nos abrió las puertas como espacio de formación de los líderes que buscan generar impacto en sus regiones. El hecho de uno estar caminando y escuchar en estudiantes de dicha casa el nombre Hayek o la idea de “libre mercado” genera satisfacción. Ésta, se incrementa al saber que la universidad fue fundada con una misión que si bien no es la misma, comparte un tronco nuclear con SFL: Educar para un futuro mejor.

Carlos Sabino, un destacado académico de la UFM, tuvo la deferencia de brindarnos una riquísima charla sobre las raíces liberales de América Latina. Me quedé con una frase que cito de Jefferson: El precio de la libertad es la eterna vigilancia. Nos dijo que el hecho de que algo esté bien en el presente, no nos debe dejar en la idea de la utopía de libertades. Nuestra tarea como líderes es ser capaces de identificar esas señales pero no en la soledad de quien posee un cargo, sino en la compañía de activistas que siente a SFL como un espacio de contención. Somos una de las pocas fronteras entre la resignación por la censura educativa a aquel que se atreve( ese verbo que uso refleja la violencia que se vive) al criticar la hegemonía izquierdista en la educación y la posibilidad de hacer un cambio real.

No existe un liberalismo. En Guatemala convivimos quienes pensamos en un liberalismo clásico, quienes son minarquistas y aquellos que con suma firmeza y con el respeto que se merecen se definen como Ancap. Ese hecho nos separa del autoritarismo propio de otras organizaciones que se hacen llamar “pluralistas” y “democráticas”.

Escribo estas palabras desde un aeropuerto con la convicción plena de que aquello que he vivido es un hecho que ha generado y generará cambios en mi forma y en las formas en general de ejercer el activismo por las ideas. Hannah Arendt decía que nuestra condición humana deviene de nuestra capacidad de crear cosas nuevas, de ser una “radical novedad”. Estoy seguro de que ese espíritu arendtiano fue el que se expandirá entre aquellos que fuimos y nos ayudará a difundirlos en todo el liderazgo. Mi sensación es una sola: felicidad.


Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa.

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