La pobreza realmente se trata de una escasez de derechos y libertades y las instituciones que emergen como resultado.
Durante las últimas décadas, cientos de millones de personas han salido de la pobreza para crecer en una fuerte clase media global. Este surgimiento sin precedentes es abrumadoramente, el resultado de abrazar una mayor libertad económica.
La libertad económica enraíza la elección personal, el intercambio voluntario, y protección de la propiedad privada. Es un desarrollo de abajo hacia arriba por los individuos, no de arriba hacia abajo por los gobiernos.
La libertad económica en el mundo en desarrollo.
Por años, la libertad económica ha probado ser una predicción robusta increíble de cuán prósperos son los países, o podrían ser. El Instituto Fraser ha encontrado que los países económicamente más libres han elevado sus niveles de ingresos, un crecimiento económico más rápido, y una mayor reducción en las tasas de pobreza. Por ejemplo, en 2015, las naciones en el cuartil superior de libertad económica de Fraser tenían un PIB per cápita ajustado promedio de más de $40,000; comparado con alrededor de $5,000 de las naciones del cuartil inferior.
El surgimiento de China e India es una prueba más. Después de la liberación parcial de mercados – China después de 1978 e India después de 1991 – empezaron a crecer exponencialmente, de 7 a 12 por ciento, de alrededor del 2 por ciento. Si bien ninguno de los dos países estar cerca de ser enteramente económicamente libres, mientras incluso sus mejoras modestas han guiado a la más grande reducción en pobreza absoluta que el mundo jamás haya visto.
Las reformas del libre mercado han dado paso a la prosperidad de millones de personas en situación de pobreza en el mundo. Pero, pueden realmente los gobiernos y organizaciones internacionales planificar una economía de mercado de arriba hacia abajo?
La respuesta corta es, “No”. Las instituciones libres no pueden ser designadas de arriba hacia abajo y no pueden ser sobornadas por ayuda externa.
Trillones de dólares de ayuda en desarrollo han sido transferidos durante los últimos 60 años, sin embargo los resultados han sido pésimos. Economistas encuentran a menudo que la ayuda externa no tiene influencia en el crecimiento económico en absoluto, mientras otros han descubierto que incluso tiene una influencia negativa.
Esto se debe a que, como argumentó el ex economista del Banco Mundial William Easterly, no se trata de tener a las personas correctas o al plan correcto para resolver la pobreza desde arriba hacia abajo. La pobreza realmente se trata de una escasez de derechos y libertades y las instituciones que emergen como resultado.
El poder del dejar hacer y la propiedad privada.
Las instituciones de Mercado son mejor formadas cuando los gobiernos adoptan un enfoque de no intervención. Un gran ejemplo, ha sido el surgimiento del dinero móvil en Kenia.
Hace poco más de 10 años, la compañía de telecomunicaciones Safaricom lanzó M-Pesa, un servicio de dinero móvil en Kenia que permitió a los usuarios enviar y recibir pagos digitales. En 2015, Safaricom reportó que los pagos contabilizados por M-Pesa rondaban el 44% del PIB del país con más de 25 millones de cuentas.
La clave del éxito de M-Pesa fue que el entorno regulatorio de Kenia fue relativamente flexible. Ya sea que los bancos e instituciones financieras eran fuertemente regulados, M-Pesa tenía un servicio de telecomunicaciones, estaba exento de muchas regulaciones onerosas. La falta de acceso a financiamiento en Kenia fue resuelta a través de innovación sin permiso.
Pero esta no es la situación que atraviesa la mayoría de las industrias en África. Uno de los más grandes problemas en el continente son las economías informales – donde negocios operan fuera del marco legal de un país – representando un 50 u 80% del PIB.
Esta economía sombra es una respuesta natural a las sofocantes restricciones que los gobiernos han impuesto hacia los negocios y empresarios, forzando a las personas a salir de la economía formal. El reporte “Ease Of Doing Business” más reciente del Banco Mundial, considera que África es la región más dificultosa del mundo para comenzar un negocio.
Otro factor es la falta de seguros de derechos de propiedad. Naciones con las más fuertes protecciones a la propiedad privada tienen ingresos per cápita cinco veces más altos que aquellas con solo protecciones moderadas. Sin títulos de tierra formales, los individuos luchan por obtener financiamiento, comenzar negocios, o acceder el sistema de justicia.
Las naciones africanas tienen algunos de los derechos de propiedad menos seguros del mundo. Si individuos y negocios no tienen títulos formales sobre su tierra u otras propiedades, como pueden ellos estar integrados en la economía formal?
¿Cómo Podemos Ayudar?
Las naciones africanas – gobiernos no extranjeros – necesitan implementar reformas de libre Mercado. Pero eso no significa que no hay nada que los países occidentales puedan hacer para ayudar. Existen muchas barreras – perjudiciales tanto para ellos como para países en desarrollo – que pueden llegar a derivar.
Abrazar el libre comercio y los flujos de capital.
Una de las barreras más sustanciales para el desarrollo agrícola Africano son los subsidios agrícolas occidentales. Según la Oxfam, alrededor de 10 millones de personas en el África Occidental, que dependen en exportaciones de cotón, pierden hasta $250 millones por año debido a subsidios occidentales. Esto solo es la punta del iceberg cuanto se trata de subsidios agrícolas, y es un fruto fácil de recoger que beneficiaría a tanto las más desarrolladas como menos desarrolladas economías.
Liberalizar la inmigración.
Los inmigrantes son un fantástico recurso para la economía americana, pero son también una fantástica oportunidad para los propios países de los inmigrantes. La liberación de visas y requerimientos de trabajo ayudarán al desarrollo del capital humano de los inmigrantes que podrán entonces beneficiar a sus naciones de origen a su regreso.
Detener intervenciones destructivas.
Las naciones occidentales deberían dejar de intentar de diseñar socialmente los resultados a través de la ayuda al desarrollo. Es un ejemplo de libro texto de buenas intenciones que conducen a consecuencias no deseadas. Pero quizás el mayor problema es que aquello ha fomentado un marco político en oposición directa al tipo de libertad económica requerida para el desarrollo. Cualquier programa que contribuya a la planificación del desarrollo de arriba hacia abajo evita que los países adopten la libertad económica. Deberían ser fuertemente repensados.
La libertad económica es el único gran conductor de prosperidad. Desde la caída del comunismo y el surgimiento de China e India, esto se ha vuelto indudablemente claro. Si los gobiernos occidentales y países en desarrollo desean estimular el desarrollo y crear un mundo libre de pobreza, es esencial que abracen la libertad económica. ”
Este artículo expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente la de la organización en su totalidad. Students For Liberty está comprometida con facilitar un diálogo amplio por la libertad, representando opiniones diversas. Si eres un estudiante interesado en presentar tu perspectiva en este blog, escríbele a la Editora en Jefe, de EsLibertad, Alejandra González, a [email protected].